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Foto del escritorVamonos de Vagos

Tocar una obra de arte es posible en el Museo Nacional de San Carlos.


En el Museo Nacional de San Carlos (MNSC), el acercamiento al arte es para todos; por ello, en la Sala Táctil con la que cuenta el espacio museístico del Instituto Nacional de Bellas Artes, el público podrá entrar en contacto con obras en relieve que les permitirán vivir una nueva experiencia.


Creada en un principio para atender a personas ciegas o débiles visuales, ahora también los visitantes normovisuales podrán experimentar un encuentro con las piezas.


Con el objetivo de que se conozca cómo es vivir en la oscuridad, Margarita Jiménez Ocaña, encargada de Servicios Educativos del recinto, comentó que de manera usual se realizan visitas de sensibilización, dirigidas en su mayoría a niños.


El recorrido comienza en la cafetería del museo con los ojos vendados. Para llegar a la Sala Táctil, los participantes tienen que sortear las barreras que lleguen a presentarse, tal como lo haría una persona que no ve.


Reproducciones de obras como "El camino de Damasco", de Jaume Gonçalbo, o "El Cristo de la Piedad", anónimo valenciano del siglo XV, invitarán a los asistentes a abrir sus sentidos al arte al llegar a la sala. A las piezas pertenecientes al recorrido permanente del MNSC, se les unen otras que también lo conforman: "La Magdalena y los ángeles", de Ciro Ferri, y "La aguadora", de Francisco de Goya, así como las esculturas "El fauno o Mujer con partitura".


Ya en el lugar, podrán recorrer con sus manos las texturas de toda la pieza. Percibir, ahora a través del tacto, el cabello, el algodón o las plumas que conforman las obras. Cédulas en abecedario convencional y braille complementan la experiencia.


La entrada a la Sala Táctil es con boleto de acceso al museo y las visitas guiadas se pueden solicitar en el Departamento de Servicios Educativos al teléfono 86-47-58-08.

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