Greta Gerwig, antes actriz que directora, ya dio muestras sobradas de su talento al otro lado de la cámara con Lady Bird (2017), un filme que cosechó premios y aplausos y buenas críticas, aunque no es en realidad su debut: fue en 2008 con Noches y fines de semana, largometraje codirigido con Joe Swanberg.
Se esperaba con mucha curiosidad su adaptación del clásico de Louisa May Alcott, y lo cierto es que no defrauda: su mirada al mundo de las hermanas March y su madre mientras el padre está en el frente está repleta de dinamismo y de frescura, y, en vez de parecer una versión apolillada de la novela, resulta moderna y se beneficia de un montaje en ocasiones deudor de Quentin Tarantino (semanas atrás, antes de entregarle un premio al cineasta, la propia Gerwig dijo que sus películas habían influido en su obra), con una narrativa en la que predominan los flashbacks para desordenar la línea cronológica de la historia.
Gerwig ha querido centrarse, en primer lugar, en la lucha casi heroica de una mujer joven de aquel tiempo y sus esfuerzos por ser independiente y ganarse el jornal en la literatura.
Esto lo demuestra en la primera escena: Jo March (Saoirse Ronan) acude a la redacción de un periódico para tratar de venderle uno de sus relatos al editor, Mr. Dashwood (interpretado por el dramaturgo y actor ocasional Tracy Letts). A Jo le falta confianza porque dice que “es para una amiga” y no quiere firmar el texto, pero le sobran ganas e iniciativa: pese a algunos rechazos, pese a que el editor de marras tacha frases de sus cuentos y a veces introduce cambios molestos, ella insistirá en su empeño.
No es descabellado afirmar que, en este retrato inicial, Greta Gerwig ve un reflejo de sí misma: una mujer, en un negocio dominado por los hombres, que intenta hacerse un hueco como artista.
Pero no faltan otros temas que hacen avanzar la trama: están la música y la enfermedad, ambas representadas por Beth (Eliza Scanlen); los viajes y la pintura, dos de los intereses de Amy (Floren Pugh); la responsabilidad doméstica y familiar, la búsqueda del matrimonio y la dignidad y el valor de la mujer que elige el hogar, representadas por Meg (interesante papel de una reconocida feminista como es la actriz Emma Watson); la guerra, la caridad, la religión y los sacrificios de los progenitores, representados por la madre y ama de casa (Laura Dern) y por el padre, sacerdote y enviado al frente (Bob Odenkirk); o el amor, la riqueza y los caprichos, en manos del joven Laurie (Timothée Chalamet).
Mujercitas, nominada a 6 Oscars, se erige, gracias al talento de Greta Gerwig, en un filme elegante y moderno sobre la formación de cuatro hermanas durante tiempos difíciles: de guerra, de hambre, de escasez y de privaciones (en una de las escenas, Jo se corta el cabello y lo vende para conseguir dinero, en otra Meg sacrifica su añorado vestido por amor a su esposo) y su aprendizaje para pasar a la juventud y a la madurez.
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